1991. El mismo año que Nirvana saltaban la banca con “Nevermind”, Esan Ozenki proponía un nuevo paradigma: hacer realidad una discográfica independiente que fuera más allá de la simple declaración de buenas intenciones. Esan Ozenki creó un modelo, una forma de hacer, tomando como ejemplos sellos como Dischord, donde el qué, el cómo y el porqué no podían presentarse nunca por separado.
Xavier Cervantes
[Periodista musical, del periódico ARA]